Nuestra historia
Más de cuatro años acompañando momentos importantes.
FUNDADOR: SALATIEL JASSO
El INICIO
Mi nombre es Salatiel Jasso, soy un emprendedor regiomontano de 22 años y esta es la historia de cómo nació Joyería Jasso.
Todo comenzó en 2021, en un contexto complicado para muchos, pero también lleno de oportunidades para quienes decidimos intentar algo propio. Desde el inicio tuve claro que quería construir una marca mexicana, con valores de familia, trabajo y compromiso, y al mismo tiempo profesionalizar lo que había comenzado en casa de forma honesta y cercana.
LOS PRIMEROS PASOS
Antes de existir como marca, Joyería Jasso comenzó vendiendo piezas seleccionadas cuidadosamente a amigos, familia y conocidos. Invertí en la mercancía que, a mi criterio, representaba mejor lo que quería transmitir: joyería bonita, bien hecha y con valor real.
Con el apoyo de mi familia, adaptamos parte de nuestra casa como estudio de fotografía, creamos catálogos y comenzamos a vender de forma directa. Poco a poco, más personas se fueron sumando, ayudando a vender a cambio de una comisión, lo que permitió que el proyecto creciera de manera orgánica, basada en la confianza y el boca a boca.
DE VENDER EN REDES A CREAR UNA MARCA...
Durante varios años, las ventas se realizaron principalmente a través de redes sociales, mientras yo continuaba formándome y trabajando en marketing digital y otros proyectos empresariales. Esa experiencia fue clave para entender cómo comunicar, cómo escuchar al cliente y cómo construir algo que realmente conectara.
Fue hasta 2024 cuando decidí dar el siguiente paso y presentar formalmente Joyería Jasso en redes sociales, y posteriormente lanzar nuestra tienda en línea. Más que vender joyería, el objetivo siempre fue construir una marca con identidad, respaldo y una experiencia clara para cada cliente.
HOY Y LO QUE NOS MUEVE
Hoy, Joyería Jasso es el resultado de constancia, aprendizaje y muchas horas de trabajo. Somos una marca 100% mexicana, comprometida con ofrecer joyería de oro 10k y plata 925, cuidando cada detalle y respaldando cada pieza que entregamos.
Más allá del crecimiento, lo que realmente nos motiva son los mensajes de quienes nos permiten ser parte de momentos importantes: regalos, promesas, celebraciones y recuerdos que no tienen precio.
No importa si son miles o una sola persona, mientras alguien confíe en nosotros, seguiremos haciendo esto con el mismo compromiso y cariño con el que comenzó.
